-->
Con motivo de la crisis económica desencadenada por el coronavirus, se ha observado un aumento en los casos relacionados con el síndrome de burnout.
Este trastorno, también conocido como síndrome del trabajador quemado o síndrome de desgaste profesional, representa un tipo de estrés laboral persistente que conlleva agotamiento físico, emocional o mental vinculado al entorno laboral.
El impacto de este trastorno, derivado del estrés laboral crónico, se ha manifestado principalmente en profesiones centradas en el servicio a personas, como es el caso de los profesionales sanitarios. Estos han enfrentado situaciones de desprotección, inseguridad, escaso control, falta de material, entre otros.
De manera lamentable, también hemos observado esta problemática en trabajadores sociales, quienes se encuentran saturados de problemas en situaciones de emergencia, con escasos recursos y, en ocasiones, llenos de frustración por la imposibilidad de ofrecer soluciones.
Además de estos profesionales, es importante destacar a otros que han estado y siguen estando en primera línea durante esta crisis de manera valiente.
En el contexto actual, el contenido de este artículo cobra aún más relevancia, ya que el número de personas que experimentan el síndrome de burnout debido al estrés crónico en el trabajo está en aumento. Y tú, como nómada digital, también puedes enfrentarte a esta situación.
Desafortunadamente, existen personas que desconocen que están experimentando este problema, e incluso lo consideran como algo 'lógico' o 'común', teniendo en cuenta el contexto de crisis y/o el acelerado ritmo de vida. La detección temprana es fundamental.
Te lanzo una pregunta: ¿sabrías calcular cuántas horas has dedicado a lo largo de tu vida al trabajo? Ahora añade las horas de desplazamiento al mismo. Probablemente, la cifra sea muy elevada, ¿cierto?
Si comparas esa cifra con el tiempo que te has dedicado a ti mismo, el resultado seguro que es para echarse a llorar…
Y es que seguro que estarás de acuerdo en que la mayor parte de nuestra vida la dedicamos al trabajo. En ese sentido, ¿no te parece lógico que no deberíamos pasar ese tiempo sintiéndonos agotados y quemados? Si hay algo que hemos aprendido de esta pandemia, es que la salud es lo más importante.
Te invito a reflexionar sobre las siguientes preguntas para determinar si te encuentras en riesgo de experimentar un burnout:
Si has respondido afirmativamente a algunas de estas preguntas, es posible que estés experimentando un burnout.
El síndrome de burnout es una consecuencia del estrés laboral, aunque no son lo mismo. Cuando el estrés se vuelve crónico y perdura en el tiempo, acompañado de un desgaste físico y emocional, puede transformarse en burnout.
El burnout va más allá del estrés y presenta síntomas distintos. Mientras el estrés se manifiesta por un deseo de alcanzar más de lo que es posible con sobreimplicación y esfuerzo excesivo, el síndrome de burnout se caracteriza por un agotamiento y desgaste emocional tan evidente que se traduce en la pérdida de ilusión, motivación, desinterés y una falta de implicación que conduce a una parálisis emocional.
El término 'Burn Out' o 'Burnout', que se traduce al español como 'síndrome de estar quemado por el trabajo', fue utilizado por primera vez en el ámbito laboral en 1969.
Durante todos estos años, diversos autores han ofrecido diferentes definiciones, aunque coinciden en que implica un desgaste, agotamiento y sensación de estar quemado en el ámbito profesional. Veamos algunas de estas definiciones.
En 1974, Herbert Freudenberger describió el síndrome como 'una sensación de fracaso y una existencia agotada o gastada que resulta de una sobrecarga por exigencias de energías, recursos personales o fuerza espiritual del trabajador'.
Maslach y Jackson, en 1981, lo definieron como un síndrome tridimensional: 'Síndrome de fatiga emocional, despersonalización y un logro personal reducido que pueden ocurrir entre individuos que trabajan en contacto directo con personas o pacientes'.
Esta definición incluye tres factores clave en su desarrollo: agotamiento emocional, despersonalización y baja realización profesional.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha oficialmente reconocido el burnout como una enfermedad. Este reconocimiento entrará en vigencia a partir del 1 de enero de 2022.
La OMS destaca que el síndrome de burnout está limitado al entorno laboral y no debe utilizarse para describir situaciones de estrés en otras áreas de la vida.
La descripción de la OMS identifica tres síntomas reconocibles presentes en esta enfermedad laboral: sentimientos de agotamiento extremo, actitudes negativas, cínicas o distanciamiento hacia el trabajo, y una notable disminución en la eficacia laboral.
El síndrome de burnout no surge de la noche a la mañana, sino que sigue un proceso de diversas fases que progresan lentamente pero de manera continua en la persona afectada, experimentando alteraciones físicas, psíquicas y sociales de forma progresiva.
Examinemos estas fases desde el inicio de una nueva actividad profesional:
En esta etapa, se manifiestan expectativas positivas, predominando la ilusión, la motivación y las ganas, junto con una alta implicación y entrega hacia el nuevo trabajo.
En esta fase, la persona comienza a ser consciente de los costos derivados de la alta implicación, entrega, esfuerzo y dedicación al trabajo. Surge un desajuste entre las demandas laborales y los recursos disponibles, y la sobreexigencia comienza a generar estrés. La persona percibe que no hay una distribución equitativa entre su esfuerzo y los resultados obtenidos.
En esta etapa, se pierde la motivación, la persona se siente frustrada por las expectativas iniciales y comienzan a manifestarse desajustes emocionales, conductuales y físicos. Los profesionales se ven desbordados por las tareas, y surgen problemas en el ámbito laboral, como malas relaciones con colegas o superiores, apatía, paralización de actividades, falta de interés y disminución en el trato con los clientes.
En este punto, el profesional se encuentra abatido, con sentimientos de vacío total, sin energías ni fuerzas. Experimenta un distanciamiento emocional y una desvalorización profesional que impacta no solo en su ámbito laboral, sino en todas las áreas de su vida.
Existen diversas clasificaciones para explicar los efectos del burnout en las personas y cómo impacta en su vida cotidiana. Una de ellas es la siguiente:
Dada la situación, el síndrome de burnout en diversos contextos acarrea consecuencias físicas, psicológicas y sociales.
Por ello, es crucial identificarlo y abordarlo, dado que se ha demostrado que incluso incrementa el riesgo de sufrir accidentes.
Este síndrome también repercute en las empresas al reducir el rendimiento de los equipos, disminuyendo su eficacia.
El síndrome de estar quemado por el trabajo impacta a todas las profesiones, aunque se manifiesta de manera más significativa en aquellas que están involucradas en el acompañamiento, atención y prestación de servicios a personas. Se ha comprobado que a mayor vocación, mayor desgaste.
En el ámbito social, particularmente, se observa un elevado nivel de quemado profesional. Quienes lo experimentan sufren un agotamiento físico, psicológico y emocional que no solo afecta su desempeño profesional, sino también su salud y su calidad de vida en general.
Algunas de las consecuencias del síndrome de desgaste profesional son las siguientes:
Esto conduce a una escasa implicación en el trabajo (incluso ausentismo laboral), a quedar atrapados en quejas y culpabilidades, a la insensibilidad, el cinismo, la irresponsabilidad en las obligaciones, la hostilidad, la irritabilidad, la negatividad, la insatisfacción, la subjetividad o dificultades para tomar decisiones. Todo esto resulta en prácticas inadecuadas en el entorno laboral.
¿Cómo pueden saber los emprendedores o 'freelance', nómadas digitales y trabajadores por cuenta ajena si están experimentando una fase de burnout?
La palabra 'coaching' proviene del verbo inglés to coach, que significa 'entrenar'. Se trata de un proceso de acompañamiento esclarecedor en el que el coach, mediante preguntas, guía al cliente para explorar, investigar y descubrir qué obstáculos le impiden alcanzar el resultado deseado que desea abordar en la sesión.
Este proceso es conversacional, dinámico, creativo y confidencial, llevado a cabo entre un coach (facilitador) y un coachee (cliente), y tiene como objetivo identificar situaciones de malestar y alcanzar metas mediante la acción. Constituye un entrenamiento para la conciencia y la acción.
En ocasiones, nos encontramos estancados en situaciones cotidianas que generan malestar a lo largo del tiempo, y a las que no sabemos cómo dar nombre, como sucede en algunos casos con el síndrome de burnout.
El coaching emerge como una herramienta excepcional que permite al cliente tomar conciencia y reconocer lo que está experimentando.
Se asemeja a un viaje en carretera con varias etapas hasta llegar al destino final (el objetivo), evaluando el progreso hacia dicho objetivo a lo largo del proceso mediante el planteamiento de preguntas.
Un proceso de coaching implica una transformación, llevándote desde una situación actual insatisfactoria hacia una mejora en una situación deseada, donde alcanzas tus objetivos o superas situaciones estancadas. Este proceso se compone de varias sesiones.
Cada sesión representa un espacio donde la persona desarrolla y logra lo que se propone, ya sean objetivos, deseos, sueños o la resolución de situaciones persistentes en la vida cotidiana.
Mediante el coaching, la persona descubre y potencia sus propios recursos, desplegando potencialidades y habilidades que le serán útiles en el tema que nos ocupa. Este enfoque permite tomar conciencia de la situación y dar el primer paso para abordarla, siendo una herramienta destacada para la detección del síndrome de burnout.
Algunas personas no avanzan en cuestiones que tienen estancadas, quizás porque no comprenden con claridad lo que les sucede o a dónde quieren llegar. O tal vez, están siguiendo caminos que no los conducen a sus metas.
El coaching, con sus herramientas, facilita definir una visión clara y proporcionar claridad sobre la situación y las metas deseadas. Esta claridad contribuye a aumentar el rendimiento y la energía, brindando el impulso inicial para enfrentar el burnout.
El coaching es eficaz para detectar situaciones de malestar y alcanzar objetivos, deseos, resolver situaciones cotidianas estancadas y lograr metas, entre otros aspectos.
Recuerda: insistir te mantiene, persistir te transforma. Aceptar y actuar generan transformación. Y el coaching te ayuda a dar ese primer paso.
Un consejo adicional, a nivel individual, es practicar la meditación, ya que esta actividad aporta numerosos beneficios para enfrentar mejor el burnout.
El coaching facilita la identificación de casos de estrés crónico, dado que en muchos episodios de burnout la persona no es consciente de su condición.
Cuando una persona elige explorar el coaching, las preguntas potentes formuladas durante las sesiones le asistirán en la exploración, investigación, aclaración, creación de nuevas posibilidades y revelación de información previamente desconocida. Este proceso ayuda a conectar con su ser, tomar conciencia y dar el primer paso comprometiéndose con un plan de acción.
Dibuja una circunferencia dividida en 12 partes iguales. Para la autoevaluación, estas se pueden numerar de 0 a 10, siendo el 0 el centro del círculo y el 10 estando en el perímetro de la circunferencia.
Expresa tu propio nivel de satisfacción y éxito en el mismo momento en que completes la rueda. Las 12 partes son las siguientes:
Tras marcar un punto (del 0 al 10) en cada área según te evalúas en este momento, dibuja una línea continua que una todos los puntos marcados en cada área.
Este dibujo representa tu rueda laboral. Si tuvieras que viajar con esta rueda, ¿cómo sería tu viaje? Y en este viaje, ¿qué consejo te darías? Si tuvieras que elegir una palabra para definir tu grado de satisfacción con esta rueda, ¿cuál sería?
El coaching de equipos es cada vez más solicitado debido a los beneficios que implica.
El coaching de equipos implica un proceso dirigido a un grupo de personas que colaboran con el objetivo de desarrollar un equipo de alto rendimiento.
El término 'burnout' no resulta agradable para las empresas, ya que las bajas laborales por esta nueva enfermedad laboral llamada 'síndrome de burnout' son cada vez más comunes.
Contar con personal afectado por el desgaste emocional equivale, en última instancia, a tener un clima laboral negativo que repercute de manera adversa en la empresa, afectando el rendimiento de todo el equipo.
Un equipo con bajo rendimiento disminuye la competitividad de la empresa en el mercado y tiene efectos perjudiciales en sus resultados.
Cada vez es más común encontrar en las empresas plantillas que funcionan como grupos en lugar de equipos.
El coaching de grupos se diferencia del coaching de equipos. Cuando trabajo con grupos, se trata de personas que comparten un objetivo de coaching, pero que no necesariamente colaboran en la misma empresa o departamento.
Para un grupo, los objetivos son individuales, el liderazgo no está claramente definido, los conflictos tienden a evitarse o resolverse por imposición, y se centran más en la tarea, sin necesidad de tener un sentido de identidad o valores comunes, por ejemplo.
En la actualidad, con la crisis económica, distintos perfiles de empresas buscan este servicio como apoyo para afrontar la situación de su plantilla y manejarla de la mejor manera posible.
Las empresas están compuestas por personas, y es esencial fortalecerlas para superar los desafíos. El ritmo acelerado, la carga de trabajo, la rutina... hacen que los equipos o grupos en la empresa queden atrapados en el mismo ciclo con los mismos temas monótonos.
La llegada de una persona externa, un coach de equipo con una perspectiva fresca y sin verse abrumado por la rutina diaria, conlleva múltiples beneficios. Permite obtener una primera toma de conciencia sobre quién es el equipo y dónde se encuentra, abordando situaciones estancadas con un clima negativo que afecta su rendimiento.
El coach de equipo debe saber cómo optimizar el rendimiento del equipo mediante la conciencia y la acción, aplicando técnicas y herramientas específicas de coaching de equipos.
Antes de iniciar un proceso de equipo, se pueden realizar entrevistas individuales de diagnóstico o talleres de diagnóstico. Durante estas actividades, se llevan a cabo dinámicas para establecer el diagnóstico y la visión del equipo. Después del taller o entrevista, se proporciona un informe con las conclusiones y compromisos.
El coaching de equipos contribuye a crear equipos de alto rendimiento con múltiples beneficios para las empresas y sus empleados. Contar con un equipo de alto rendimiento es un recurso fundamental para una empresa y es crucial para garantizar un buen funcionamiento.
Un equipo de alto rendimiento comparte objetivos, tiene funciones bien definidas, aborda y resuelve conflictos por consenso, se centra no solo en la tarea sino en brindarse apoyo mutuo. El equipo comparte un sentido de identidad y valores comunes o respetados.
Por estas razones, el coaching de equipos se convierte en una necesidad, un servicio cada vez más demandado en las empresas, con resultados destacados en rentabilidad, efectividad y alto impacto. Se presenta como una magnífica vacuna empresarial.
Estos son los beneficios de incorporar el coaching de equipos en una empresa u organización:
Un equipo de alto rendimiento es aquel que tiene:
Como puedes observar, el coaching de equipos es una herramienta valiosa que puede ser de gran utilidad en una empresa.
Un aspecto fundamental en el coaching de equipos es el liderazgo, y una herramienta utilizada con frecuencia es la rueda de liderazgo.
El liderazgo comienza por uno mismo. El autoliderazgo implica conocer, cuestionar y renovar nuestras creencias, juicios, valores, misión y visión, emociones y hábitos.
Si no somos capaces de liderarnos a nosotros mismos, ¿cómo podemos pretender liderar a los demás?
Peter Drucker expresó una frase muy interesante: 'Los líderes del pasado debían saber hablar. Los líderes del futuro deberán saber preguntar'.
Entonces, ¿por dónde debemos empezar? Por el autoliderazgo.
Realizamos el mismo ejercicio que antes en el coaching individual. Dibuja una circunferencia dividida en 8 partes. Debes puntuar del 1 al 10 tu grado de satisfacción en cada habilidad.
Marca un punto (del 0 al 10) en cada área según te evalúas en este momento.
Dibuja una línea continua que una todos los puntos marcados en cada área.
Este dibujo representa tu rueda que mide tu liderazgo. Si tuvieras que viajar con esta rueda… ¿Cómo sería tu viaje?
Aquí te animamos a ser autocrítico en estos tiempos en relación a tu papel como emprendedor, nómada digital o empresario.
En esta crisis, con frecuencia se pasa por alto que el recurso más importante debe ser el propio profesional. Se descuida el papel que desempeñamos los autónomos y las empresas en este país. Por lo tanto, dado que hay tanto "olvido", es esencial no olvidarnos de cuidarnos a nosotros mismos. De lo contrario, llegará un día en el que la situación no te permitirá avanzar, y mucho menos trabajar, debido al síndrome de burnout.
Nos encontramos en una crisis sanitaria, económica y social con mucha incertidumbre. Muchos de nosotros estamos en primera línea en este campo de batalla, por lo que a menudo nos vemos desbordados física y mentalmente. Por eso, buscamos herramientas para combatirlo fuera del trabajo, porque siendo honestos, esta crisis no está siendo un camino de rosas.
Motívate y cuídate, reflexiona para estar bien y actuar mejor, tomando conciencia de que, además de profesional, eres una persona y tienes un ser interior que también hay que trabajar. Hacerlo desde la paz y la calma es la mejor manera de tomar decisiones acertadas en proyectos y empresas.
Como dijo Albert Einstein: 'Entre las dificultades se esconde la oportunidad'. Así que seamos positivos y estemos seguros de que con motivación y acción se logra la transformación.
Vamos a compartir algunos consejos para poner en práctica en el día a día como emprendedora, nómada digital o empresario, y que me ayudan mucho en esta aventura laboral del emprendimiento y en tiempos de crisis.
Recuerda que no siempre podemos hacerlo todo. No todo tiene respuesta, no todo tiene sentido. No todo es justo, no todo es lógico. Aprende a vivir con eso y cuida de ti en tu entorno laboral.
Existen numerosas herramientas de desarrollo personal y profesional, y hay muchos profesionales encantados de ayudarte. De lo contrario, llegará un día en el que esto no te permitirá avanzar, y mucho menos continuar con tu proyecto profesional.
Al individualismo, la competitividad y las demandas de hacer todo con la máxima eficacia y eficiencia en el mínimo tiempo posible, hay que sumarle la crisis económica que estamos experimentando.
Esto se deriva de la crisis sanitaria del coronavirus, que ha generado, tanto en los trabajadores independientes como en los empleados, la sensación de frustración, agobio, desesperanza, baja autoestima, ahogo, etc.
Y si al estrés laboral diario le agregamos las responsabilidades familiares o sociales, los profesionales se enfrentan a un ritmo de vida sumamente acelerado. Se ven abrumados por demandas que a la larga no solo afectan a su trabajo, sino también a su salud y a su vida en general.
Así que, llegados a este punto, creo que es evidente los beneficios que aporta el coaching para detectar el síndrome de burnout y combatirlo en las empresas.
La mayoría de las personas y empresas que han tenido éxito son aquellas que toman acción. Y es que, como bien dijo Steve Backley, hay tres tipos de personas en este mundo:
¿Cuál prefieres ser tú?
Y es que, para que algo suceda, ¡haz que se mueva! ¡Motívate y dile adiós al síndrome de burnout!